Especie extinguida y resucitada (por unos segundos)

capra-pyrenaica

Se llamaba Celia. En enero de 2000 un árbol se desplomó accidentalmente sobre ella aplastándole el cráneo. La noticia recorrió los telediarios. Con Celia desaparecía el último bucardo del Pirineo (Capra pyrenaica pyrenaica). Todas las personas de buen corazón sacamos el pañuelo y derramamos unas lagrimitas ese día.

Sin embargo, no estaba todo perdido. Científicos del CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agraria) de Aragón habían tomado muestras de tejido (de la propia Celia) y las habían conservado congeladas. A partir de estas células, los investigadores pudieron recrear un embrión de bucardo (o algo parecido) empleando una técnica similar a la utilizada en el caso de la famosa Dolly. En esencia, se combina una célula enucleada de cabra doméstica a la cual se le inserta el núcleo de una célula de bucardo. Así obtuvieron unos 1000 embriones, de los cuales 30 fueron implantados en cinco cabras. Un embrión logró llegar a término y nació.

Desgraciadamente, el animal sólo sobrevivió unos pocos segundos, debido a que sus pulmones no estaban bien desarrollados, al parecer, un problema frecuente en los intentos de clonar animales. Con todo, los investigadores del equipo lo consideran un éxito –si bien parcial. Hay esperanzas de que en los próximos intentos logren animales viables.

Probablemente algunas personas estarán en contra de este tipo de iniciativas, por aquello de que la clonación de cualquier ser vivo siempre desata polémicas. A mi personalmente no produce ningún problema, al menos este caso. El bucardo del Pirineo se extinguió por razones absolutamente artificiales: exceso de caza. Las medidas de protección empezaron a tomarse mucho más tarde de lo que era elemental hacer (hacia 1973 cuando la población ya estaba muy mermada). Me parece razonable emplear métodos artificiales para enmendar el entuerto.

Sin embargo, no estoy seguro de que la repoblación con los (posibles) clones de Celia sea la mejor estrategia para recuperarla. En primer lugar, al menos un macho tendrá que venir necesariamente de otra subespecie. En segundo lugar, una población con muy poca variabilidad genética es -en principio- muy susceptible a enfermedades y parásitos. Tal vez una estrategia mixta que emplease individuos de otras subespecies y los animales procedentes de la clonación podría funcionar. Si la clasificación en especies es controvertida en muchos casos, la distinción entre “subespecies” lo es mucho más.

La otra subespecie ibérica (Capra pyrenaica hispanica) está consiguiendo expandirse por el Sistema Central sin demasiada ayuda (basta con no dispararla). En la sierra Guadarrama me topo con estos animales con cierta frecuencia. Seguramente también podría establecerse en las montañas del Pirineo. Después de todo ambas subespecies son (eran) muy cercanas genéticamente. Lo raro es que se suelen emplear nombres diferentes (bucardo/cabra montés).

¿Qué hay en un nombre?

11 comentarios en “Especie extinguida y resucitada (por unos segundos)

  1. En estos casos, la reintroducción me parece lo más apropiado. La variabilidad genética se ha perdido irremediablemente y este tipo de ejercicios de «resucitación» no tienen interés para recuperar poblaciones. Saludos.

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  3. Me ponen los científicos y sus experimentos locos… pero la manía de reproducir por jeringuilla…

    Claro que los bucardos son fantásticos. Los grandes, gordos y tiesos bucardos, vivitos y coleando.

  4. Decir que el bucardo se extinguió por exceso de caza no es del todo correcto, los propios gestores del Parque suelen recalcar esto.
    Si que la caza mermó mucho su población, pero lo que realmente afectó a la especie fue el efecto Alle, que le llevó a entrar en un remolino de extinción.
    En Ordesa todavía se pueden ver las cajas de captura que usaban para capturarlos y marcarlos…

    Buen post

  5. Hola Cantin,
    Discrepo contigo en esto. Aunque estas cosas siempre son complejas, la caza fue un factor tan fundamental que la simplificación está justificada. La subespecie hispanica estuvo también cerca de extinguirse en el sistema Central y desde que no se caza se ha recuperado muchísimo.
    Un saludo

  6. Hola Angel,
    Estoy de acuerdo. Pero eso no es incompatible con la re-introducción de algunos animales clonados. Si los caracteres específicos del bucardo tuvieran mucho valor adaptativo en condiciones pirenaicas (de lo que no estoy seguro ni mucho menos) es posible que dichos caracteres acabaran fijándose en la población.
    Salu2

  7. Si lo he entendido bien, la caza llevó, en ambos casos, casi a la extinción pero cuando, en ambos casos, se dejó de cazar la población se recuperó muchísimo en el sistema central y no en el Pirineo. Aquí hay algún otro factor aparte de la caza… estoy con Cantín.

    Saludos.

  8. Oscar, Cantín,
    Cuando una especie queda reducida a muy pocos individuos pierde casi toda la diversidad genética y es muy vulnerable. En esos casos, a veces la población se recupera y otras se extingue irremediablemente. Yo diría que si un factor único lleva a la especie a una situación de deriva genética, y ésta acaba extinguiéndose, ese el factor esencial que provoca la extinción.

  9. Hola Pablo:

    Claro, cómo no estar de acuerdo contigo en esto:

    » Yo diría que si un factor único lleva a la especie a una situación de deriva genética, y ésta acaba extinguiéndose, ese el factor esencial que provoca la extinción»

    Creo que en la filosofía del bachillerato antiguo, que es la única que estudié, a esto se le llamaba «tautología». Algo así como:

    «Las rosas rojas son rojas» (Bueno, reconozco que mi ejemplo es más simplón)

    Yo me preguntaba sobre el hecho de que en unos casos haya recuperación y en otros no. ¿Por qué?

  10. Por otra parte:

    ¿Estamos seguros de que la caza es el único factor que llevó a ambas especies a la reducción a muy pocos individuos y por tanto a una pérdida de casi toda su diversidad genética haciéndolas, así, muy vulnerables?

    Por cierto, no soy cazador.

    Un saludo.

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