Post dedicado a BioMaxi y demás contertulios de Evolucionarios.com
En la actualidad, nos encontramos muchas cuestiones ‘candentes’ que están directamente relacionadas con la Biología. Los avances en reproducción artificial, la posibilidad de ‘clonar’ animales domésticos (y tal vez seres humanos en un futuro próximo), la posibilidad de modificar genéticamente animales y plantas, el uso de ‘células madre’, el ‘trato’ que damos a los animales de granja y a los de experimentación, así como (más importante incluso) la drástica reducción que está experimentando la biodiversidad del planeta. Todas estas cuestiones son nuevas y plantean dilemas éticos y legales completamente desconocidos hasta la fecha. Para afrontarlos debidamente, la sociedad en su conjunto debería debatirlos con detenimiento y aquí es donde surge el problema.
El avance prodigioso de la Biología en las últimas décadas no ha sido asimilado completamente por nuestra sociedad. Y no me estoy refiriendo sólo al hecho de que el conocimiento de esta disciplina no sea considerado aun como parte de la cultura ‘general’, sino a un fenómeno más sutil y profundo. En último término, nuestra ‘concepción del mundo’ consiste en un conjunto de conocimientos, valores, imágenes, prejuicios y planteamientos filosóficos. Éstos son muchas veces implícitos y muestran una notable inercia. La ‘filosofía cotidiana’ de un ciudadano normal en los países occidentales está influida, por ejemplo, por el pensamiento de Platón y Aristóteles, así como de otros notables pensadores posteriores. Aunque no tenemos por qué ser conscientes de ello, muchos de los puntos de vista generalmente aceptados sobre la organización de la sociedad y el gobierno, provienen de Locke, Hume, Voltaire, Rousseau, etc… la mayoría de los cuales vivieron antes la revolución biológica de finales del siglo XX. Por lo tanto, los grandes filósofos, cuyo trabajo sigue teniendo gran influencia sobre nuestra mentalidad colectiva eran prácticamente analfabetos en lo que atañe a los seres vivos. Esto no supone un inconveniente grave para muchas cuestiones, pero sí para otras. Por supuesto, no era culpa suya; sin duda eran las mentes más brillantes de su generación y el mundo que hemos heredado es en buena parte consecuencia de su trabajo y sus ideas. Pero el problema persiste en algunos aspectos concretos. La Biología no ha sido (aun) incorporada al pensamiento occidental. No es que no haya habido filósofos importantes en los últimos tiempos, pero hasta hace muy poco la Filosofía le ha prestado muy poca atención a la Biología. Desproporcionadamente poca, teniendo en cuenta la importancia que ésta tiene para explicar el mundo que habitamos y a nosotros mismos. Las ‘pruebas’ de esta falta de interés son fáciles de conseguir. Basta echar un vistazo a los textos de Filosofía más utilizados o a los planes de estudios de las Universidades, para comprobar que el espacio dedicado a los temas biológicos es mínimo. Posiblemente este problema es mucho más agudo en el mundo cultural hispano que en el anglosajón. Prueba de ello es el aluvión de libros de divulgación científica que se publican en inglés o a la enorme importancia que le están dando a la Biología numerosos filósofos de habla inglesa, como Peter Singer, Daniel Dennet o Mary Midgley (por citar algunos muy conocidos). La mayoría de los filósofos españoles no parece haber considerado que la Biología fuera importante, con alguna notable excepción como por ejemplo, Gustavo Bueno o Jesús Mosterín. En palabras del gran filósofo español Ortega y Gasset: “El Hombre no tiene Naturaleza, lo que tiene es Historia”.
Aunque no ocupe los titulares de los periódicos, este no es un problema trivial. El principal beneficio que la Ciencia puede proporcionar a la sociedad, aparte de las aplicaciones tecnológicas (que tienen obviamente ventajas e inconvenientes), es el de contribuir a cambiar nuestra ‘concepción del mundo’. Esta desconexión colectiva con respecto a la Biología nos coloca en mala posición para tomar las decisiones claves que han de tomarse en un futuro próximo y que atañen a problemas eminentemente biológicos ¿De quién es la culpa? En definitiva de nadie y de todos. En general, los científicos no han asumido que facilitar la ‘asimilación’ de conocimientos sea asunto suyo. Además, están muy ocupados con sus investigaciones y el sistema les obliga a producir datos sin cesar. Así que se limitan a escribir sus resultados en revistas especializadas y ya está. Esto no debería ser suficiente. Para que estos datos sirvan realmente tenemos que incorporarlos a nuestros ‘sistemas de pensamiento’ y este proceso no ocurre espontáneamente. Tendríamos que reflexionar despacio sobre el significado de los nuevos descubrimientos y entender cómo éstos cambian algunas concepciones e ideas anteriores, que están profundamente grabadas en nuestra mentalidad colectiva. El trabajo es formidable y no puede dejarse sólo a la buena voluntad de los científicos. Debería ser una tarea común, en la que participasen profesionales de los medios de comunicación, filósofos, profesores, políticos, directores de museos y ciudadanos interesados. En buena lógica, cualquiera que tenga algo que decir debería echar una mano. Esta idea ha sido propuesta explícitamente por la filósofa Mary Midgley en su libro “Science and Poetry” , lo que hace falta es llevarla a cabo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Me parecen muy interesantes algunas de las ideas que has propuesto.
En primer lugar creo que algunos científicos no prestan la adecuada atención a divulgar sus conocimientos a un público más amplio que el académico, por lo que descubrimientos que pueden ser muy relevantes para una determinada disciplina se quedan simplemente como eso y no alcanzan repercusión a nivel público.
Los medios de comunicación en este sentido creo que son nefastos. De hecho, la mayoría de las veces las noticias sobre ciencia las esciben personas que no tienen formación en ciencia y sus artículos están plagados de mitos y errores y buscando siempre la aplicación a todo. Sin embargo, he de decir que hay algunas honrosas excepciones (aunque casi siempre se trata de investigadores que se han pasado al periodismo y no de periodistas bien formados en ciencia).
Y por último creo que lo principal para hacer que alguien se interese por la ciencia es educar desde pequeño para que se interese por ella. ¿Cómo? Poniendo al que se trata de generar interés en la piel del científico. Charpak y Broch dos físicos franceses (el primero es Premio Nobel) pusieron en marcha hace unos años en Francia un programa de formación en ciencias para los niños en los que primero se les presentaba un problema (ej: ¿qué se hundirá en una vasija con agua: ¿un limón o una bolita de plomo?, ellos debían plantear una hipótesis (se hundirá x) y después se pone a prueba esa hipótesis. Además en un cuaderno anotan los resultados después de repetir varias veces el experimento y después sacan conclusiones. Es decir, a veces más que enseñar ciencia hay que enseñar a pensar como un científico porque de ese modo se generará interés por lo que rodea a la persona y sabrá preguntarse cosas sobre su entorno.
Creo, por ejemplo, que la escasísima importancia que tienen los conocimientos en biología en nuestro país es una de las razones por las que no se ha desarrollado el debate creacionista que se ha iniciado desde hace años en otros países. Simplemente porque no intereas (ni a creyentes ni a no creyentes).
Yo ,en particular, llevo bastante mal que no se sepa más acerca de los avances en neurobiología porque creo que podrían ayudar a enterrar por fin muchos mitos que para muchos científficos están ya más que enterrados, como la existencia del alma o todos esos supuestos poderes mentales como la precognición, la telepatía o la telequinesia. Mientras no exista esa cultura científica siempre habrá algunos que puedan seguir viviendo de nuestra ignorancia.
Coincido 100%.
Un saludo
Pablo
Coincidencia plena en lo que dices.
Respecto a la falta de divulgación, creo que estamos asistiendo, afortunadamente, a un pequeño «boom» de libros en español sobre estos temas. Al menos, esa es la impresión que tengo.
Por otra parte, el hecho de que exista tan mala cultura científica se debe a la errónea división desde la enseñanza básica en «Ciencias» y «Letras», de modo que los segundos suelen estar bastante cojos de cultura general científica (los primeros, las más de las veces también, pero esa es otra historia).
Saludos.
Completamente de acuerdo.
La separación ciencias/letras es artificial y malsana. Ojalá pudiera suprimirse. Lástima que el sistema educativo tenga tanta inercia
Un saludo
Hola Pablo,
Una frase leída en tu blog me llama poderosamente la atención:
Por lo tanto, los grandes filósofos, cuyo trabajo sigue teniendo gran influencia sobre nuestra mentalidad colectiva eran prácticamente analfabetos en lo que atañe a los seres vivos.
Pues claro que la filosofía le ha prestado poca atención a la biología. Se me ocurren dos motivos:
1. La Biología todavía no se ha definido correctamente. En primer lugar: ¿Es una ciencia experimental?, ¿ si o no?. Yo creo que sí, pero entonces, quizás debería abandonar muchas teorías y principios. Disciplinas enteras quedarían así “divorciadas” de la biología, por ejemplo la Paleontología, basada en la observación, y por lo tanto el estudio de la evolución pasaría a un lugar secundario. La famosa frase de Dobzhansky: “En biología nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la evolución” quedaría justamente convertida en : “En evolución nada tiene sentido si no se considera bajo el prisma de la biología” .
2. La filosofía, y todos los autores que citas arriba, han ignorado el concepto “seres vivos” como se usa actualmente, pero no obstante han mostrado un debido respeto por la vida. A ninguno de ellos se le ha ocurrido que la vida podría ser algo con lo que experimentar. Si la biología es una ciencia experimental, esto es lo que propone; pero la vida es contraria a eso. Dicho de otro modo, cuando uno entra en el laboratorio por la puerta, la vida sale por la ventana.
Estoy muy de acuerdo en que, como dices “tendríamos que reflexionar despacio sobre el significado de los nuevos descubrimientos y entender cómo éstos cambian algunas concepciones e ideas anteriores, que están profundamente grabadas en nuestra mentalidad colectiva”. En primer lugar tendríamos que reflexionar sobre lo que es la biología y si realmente la vida puede someterse al método científico.
Emilio, creo que es evidente lo que dices en tu último párrafo, aunque haya porciones de lo que llamamos ciencia biológica que no puedan someterse al método. Me gustaría, sin embargo, que te explicaras un poco mejor.
Saludos.
Hola Evolutionibus,
Espero que la siguiente cita que he tomado de un libro titulado “Historia del pensamiento chino” pueda ser de alguna utilidad. La he escogido porque pienso que, efectivamente, hay cosas que requieren una explicación, pero cada vez más la explicación es complicada, está basada en la búsqueda de un uso correcto del lenguaje y, por lo tanto requiere un esfuerzo que, en buena medida, consiste en que nos demos cuenta de que no usamos el lenguaje adecuadamente y estemos dispuestos a subsanar este error. Veamos:
Zi-Lu: Suponiendo que el príncipe de Wei contara con vos para ayudarle a gobernar, ¿Qué haríais en primer lugar?
El maestro: Una rectificación de los nombres, sin duda alguna
Zi-Lu:¿Cómo? Pero, Maestro, ¡Qué despropósito!¿Rectificar los nombres, decís?
El maestro: Zi-Lu, ¡qué bruto eres!. Cuando no se sabe de qué se habla, un hombre de bien prefiere callarse. Si los nombres son incorrectos el discurso no es coherente. Si el lenguaje es incoherente, los asuntos no pueden resolverse. Si los asuntos fracasan, los ritos y la música no pueden desarrollarse. Si se descuidan los ritos y la música, las penas y castigos no serán acertados. Si los castigos son injustos, el pueblo no sabe a qué atenerse. Por eso el hombre de bien sólo usa los nombres cuando implican un discurso coherente, y sólo discurre si lleva sus problemas a la práctica. Por eso el hombre de bien es tan prudente con lo que dice.
Diálogos de Confucio (XIII, 3). Historia del Pensamiento Chino. Anne Cheng. Ed. Bellaterra, Barcelona.
Gracias, Evolutionibus, si has llegado hasta aquí y disculpa por tan larga cita, pero tal vez ahora estamos más en condiciones de entrar en detalles y de proporcionar una explicación. A mi entender la explicación requerida trataría directamente sobre las palabras, y en particular, el significado y uso de algunas palabras importantes. No sólo biología, sino también ciencia, teoría y evolución son ejemplos de palabras cuyos significados ambiguos están contribuyendo a la construcción de la torre de Babel en la que vamos estando ocupados.
Hola Emilio,
Estoy de acuerdo a medias con lo que dices. Contesto por partes.
1. La biología es una ciencia en candelero. En los últimos 50 años nos ha desvelado muchos secretos sobre cómo funcionamos los seres vivos. Asistimos a una expansión y conexión con otras materias (física, química, ciencias sociales) y al mismo tiempo, a un desvanecimiento de las barreras que separaban las disciplinas (p.e. cada vez es más frecuente estudiar estructura, función y evolución al mismo tiempo). Evidentemente, la metodología en biología tiene que ser variada ya que algunos problemas son abordables experimentalmente (p.e. en biología molecular) y otros se parecen más a una ciencia histórica (p.e. biología evolutiva) y a otros, simplemente, no resulta fácil aplicar la experimentación directa (p.e. ecología). Por tanto, estoy de acuerdo en que la biología es en parte experimental. Con lo que no estoy de acuerdo es que una categorización de ese tipo sea un requisito para que la biología tenga interés. Para mí lo importante es la información que la biología está suministrando sobre los seres vivos (incluyendo a los humanos) y no tanto la clasificación, definición y límites de las distintas disciplinas. Obviamente los filósofos anglosajones no comparten este desinterés.
2. Al parecer, piensas que investigar los procesos biológicos equivale a una falta de respeto por la vida. Se trata de un juicio de valor puro y duro, que evidentemente no comparto. Difícil de justificar, además, teniendo en cuenta que la investigación biológica tiene una incidencia directa en la esperanza y la calidad de vida de las personas. No obstante, sí creo que en el curso de la investigación científica se pueden presentar problemas éticos que es preciso considerar, pero eso es una cuestión distinta.
3. Respecto al diálogo de Confucio. Yo creo que los términos deben ser exactos en la medida que su uso lo requiera, pero no más. En ocasiones, una disciplina debe sentarse a definir sus términos; sin embargo, existe elpeligro de embarcarse en discusiones interminables y estériles sobre el significado de las palabras. No creo que esto último sea un requisito para avanzar, sino más bien un inconveniente.
Un saludo
Hola Pablo,
Gracias por tu respuesta.
Como me contestas por partes, yo respetaré tus apartados:
1. La biología es, efectivamente una ciencia en candelero, en el sentido de que tiene poder y autoridad actualmente. Pero esto no significa que sea una ciencia bien definida. La biología no es todavía una ciencia bien definida y, aún estando en candelero, como tú dices y yo veo, puede estar todavía en proceso de gestación. No digo que sea necesaria una categorización para que la biología tenga interés, pero sí que es conveniente una cierta nitidez en su definición para que tenga entidad. Es decir, no me parece esencial, ni tan siquiera correcto decir que todo aquello que no sea experimental, no pertenece al dominio de la biología. Pero si me parece esencial tener un punto de vista histórico y reconocer que la biología es, fundamentalmente, experimental. Aunque sus bases están fundadas en observaciones anatómicas y morfológicas (Teoría Celular, Geoffroy Saint-Hilaire,…..), la biología no se ha construido sólo con bases anatómicas y morfológicas sino, más bien, experimentales; y por eso es una ciencia propia del siglo XX. Aunque ocasionalmente se cite la palabra biología a lo largo del XIX o incluso antes, la biología no existía entonces. Es una disciplina más reciente, más actual y esto conlleva sus “pros” y sus “contras”. Aquí enlazo con tu segundo punto.
2. Ahí, Pablo, no me has interpretado literalmente. Es decir has hecho una lectura muy estricta, tal vez un poquito sesgada, de lo que yo escribí. Veamos, yo puse:
La filosofía, y todos los autores que citas arriba, han ignorado el concepto “seres vivos” como se usa actualmente, pero no obstante han mostrado un debido respeto por la vida. A ninguno de ellos se le ha ocurrido que la vida podría ser algo con lo que experimentar. Si la biología es una ciencia experimental, esto es lo que propone; pero la vida es contraria a eso. Dicho de otro modo, cuando uno entra en el laboratorio por la puerta, la vida sale por la ventana.(A)
Y tú dices:
“piensas que investigar los procesos biológicos equivale a una falta de respeto por la vida”. (B)
Creo que de A a B hay un salto importante. Tu frase no es exacta aplicada a lo que yo dije, menos aplicada a lo que pienso.
A mi entender, no hay procesos biológicos que investigar, sino procesos vitales. Sólo al investigarlos los vemos con el prisma de la ciencia y los convertimos de alguna manera en biológicos. Pero los procesos en sí no son biológicos, sino que es nuestra perspectiva la que los convierte. Evidentemente, las cosas no quedan ahí.
En mi párrafo, arriba citado, quise hacer de “abogado defensor” de los filósofos a quienes calificabas de “prácticamente analfabetos en lo que atañe a los seres vivos”. Pretendía hacer ver la complicación que puede surgir si definimos a la biología como ciencia que estudia la vida y, a la vez, como ciencia experimental. Creo que debemos ser muy cautos siempre y destacar que la biología es la ciencia que estudia la vida en aquellos aspectos que pueden someterse al Método Científico. Es una parte de la vida. Pequeña o grande, eso lo decidimos nosotros en nuestro actuar, día a día. Ahí tenemos una buena responsabilidad. ¿Queremos que la vida sea predecible?. Podemos ir lográndolo. ¿Queremos que sus procesos sean reproducibles? Podemos intentarlo. Tan solo pensar que estas decisiones tendrán un coste y que en ellas está implicito nuestro respeto por la vida. Si uno quiere algo debe dejar de lado otras cosas. Ahí interviene el llamado juego de valores del que también podremos hablar puesto que la biología no es ajena a los valores contemporáneos.
No dije exactamente lo que mencionas. Aunque he de reconocer que tengo la impresión de que una buena parte del declive de valores morales que vivimos en la actualidad, acompaña al auge de la biología en una sincronía difícilmente atribuible a una coincidencia casual. De esto también podremos tratar más.
Finalmente,
3. Cierto, las palabras no deben tener siempre significados únicos. Solo me gustaría saber de qué hablamos cuando decimos Ciencia: ¿Hablamos de conocimiento en general?, o ¿de resultados del Método Científico?, o tenemos licencia para mezclar ambos conceptos libremente. Cuando decimos teoría, ¿hablamos de todo un conjunto de conocimientos? o sólo de una explicación que se da a algo y que puede ser verificada experimentalmente. O, ¿también vale mezclar libremente ambos conceptos?. Cuando hablamos de biología, ¿podemos decir libremente que es una de las ciencias naturales?, hablaremos de Aristóteles y Cuvier,…, o ¿ diremos más bien que se basa en la aproximación al estudio de la vida por el Método Científico?. Creo que estas consideraciones no son pérdidas de tiempo. Los científicos estamos obligados a usar cuidadosamente el lenguaje.
Buenas, Emilio. Perdona por el retraso, pero, en fin, otras ocupaciones.
Ciertamente, me sorprenden algunas de tus frases y aseveraciones, en el sentido de que, por momentos, me da la impresión de o bien no comprenderte adecuadamente o bien de que estés utilizando algún tipo de lenguaje para el que no estoy instruido.
Me sorprende, por ejemplo, el hecho de que opines que la biología no es todavía una ciencia bien definida. Creo que está ampliamente definida como tal y que, aunque opines que antes del XIX la biología no existía, sí que se podía hablar de que, posteriormente lo sería. Qué hacían Linneo y todos los naturalistas de la época, sino seguir uno de los primeros pasos del método científico: observación y clasificación.
Bien es cierto que, actualmente, la Biología es una disciplina tan amplia en su metodología que, en algunos casos, escapa a una delimitación clara. Pienso, por ejemplo, en la bioinformática o la difracción de rayos X, o sincrotrones, que es lo último para el estudio de biomoléculas. Sin embargo, para mí es claro que sigue siendo biología porque (parece de perogrullo) se pretende estudiar al ser vivo, o a parte de él, o algo relativo a su funcionamiento y esencia.
En cuanto a que se trata de una disciplina más reciente, más actual y esto conlleva sus “pros” y sus “contras”, también lo fueron, en su momento, otras disciplinas científicas, pero no veo que pros y qué contras hay en ello. Si con contras te refieres a los problemas éticos que pueden suscitar algunas biotecnologías, creo que para eso están los mecanismos de control puestos en marcha a tal efecto. Pueden funcionar bien o mal, pero en ningún modo se debe limitar a cero la investigación. No prohibamos los cuchillos sólo porque alguien los pueda malusar.
Por último, si hay partes de la Biología que no signa estrictamente el método científico, eso ni implica que no se trate de ciencia. Lo mismo le ocurre a la física de partículas, a la física cuántica y no digamos ya a la medicina clínica, a la que nadie le negaría, al menos en su esencia, que se trate de ciencia.
Vaya, y lo que ya me confunde es tú último párrafo. De hecho, se entiende bien, pero no veo a dónde quieres llegar.
Hola Evolutionibus,
En ningún momento he pretendido hacer una confesión personal, sino presentar una serie de argumentos por los cuales la divulgación científica en biología es una tarea difícil.
En ningún momento he dicho que la investigación se deba limitar a cero.
Si los problemas éticos los dejamos en manos de mecanismos de control, apaga y vámonos.
Emilio, en manos de quién los dejamos entonces. Pregunto, porque tampoco tengo una opinión definida al respecto, especialmente porque la mayoría de lo que se proponen como problemas éticos no lo son para la mayoría de la gente. De todos modos, ya nos saldríamos del asunto.
Gracias por la dedicatoria, debería haber comentado hace mucho tiempo.
Al que dice que ciertas disciplinas biológicas no siguen el método experimental, le diré que tiene que revisar su concepto de experimento. La «simple observación» es un método para contrastar hipótesis; es la naturaleza la que ha hecho el experimento por nosotros, por así decirlo. El método comparativo, en el fondo, subyace al método empírico: situación A, situación B, ver las diferencias, establecer relación causal. En unos casos nosotros controlamos las diferencias, en otros nos vienen dadas, simplemente.
Hola BioMaxi,
Gracias a ti por la magnífica idea del planet.
Algunas comentarios adicionales o los diversos comentarios:
1. Emilio; siento haberte malinterpretado. Si tú me dices que «no crees que la investigación biológica implique una falta de respeto por la vida», me lo creo y punto. No obstante, en tu siguiente frase dices que existe un declive moral debido (posiblemente) al auge de la investigación biológica. No quiero volver a malinterpretarte, pero para mí es toda una declaración de «biofobia». Yo también preferiría no entrar en un debate interminable. Respecto a la importancia de los términos y las definiciones, me remito a lo que he dicho.
2. Biomaxi. Yo no tengo ninguna duda de que la Biología es una ciencia. Lo que sí creo es que algunas disciplinas son más fácilmente abordables por experimentación que otras. Es evidente que en biología del desarrollo es más fácil hacer experimentos en condiciones controladas ( el fenómeno puede reproducirse en el laboratorio variando alguna condición) que en paleontología (donde el fenómeno ocurrió hace mucho tiempo y los restos fósiles son limitados) o en ecología (donde la magnitud del sistema lo hace sumamente difícil o impracticable). Desde luego, no creo que una disciplinas puedan considerarse mejores o más científicas por esto. Cada una tiene su metodología, adaptada al tipo de preguntas que tiene que responder. He tenido esta discusión varias veces con bioinformáticos, los cuales se sienten «atacados» por los experimentales cuando surge el tema (no sé cuál es tu tema de trabajo, pero espero que no te sientas atacado; yo soy un experimental con un particular interés por la bioinformática).
Un saludo
Entonces tienes que prepararnos alguna entrada bonita relacionada con la bioinforma’tica [aunque estoy sesgado, porque trabajo actualmente como bioinforma’tico 🙂 ] Saludos
Me pongo a ello.
Bioinformático, eh? Ya te pediré consejo. Más biólogo o más informático?
Un saludo
Repito, los científicos tenemos la obligación de usar bien el lenguaje. La naturaleza no hace experimentos. Los científicos, sí.
No es necesario que cada palabra tenga un sólo significado, primero está la sana voluntad de entenderse cuando se habla
Hola Pablo,
Hace unos días intervine por primera vez en tu blog en respuesta a la cuestión planteada arriba acerca de la divulgación científica en biología. Como vi que había otras cuestiones que me interesaban, envié aportaciones a un total de tres de ellas. Puesto que ahora indicas que deben acabar las dos restantes, sólo me queda despedirme en ésta.
A mi entender, la divulgación científica en biología es muy difícil por muchos motivos. En primer lugar porque los científicos no deseamos ver la realidad. La realidad es que una ciencia poderosísima se está gobernando por principios medievales. La Teoría de Evolución por Selección Natural no es sostenible en 2007. Darwin no era un biólogo y tenía poco de científico experimental. En física y en química las teorías acaban en leyes, en las que se describen exactamente las relaciones entre elementos bien definidos y medibles de la naturaleza. Nada de eso hay en la Teoría de Evolución por Selección Natural. La biología demuestra, por el contrario, lo difícil que es dar con una definición acertada de especie.
Hoy podemos decir de ésta teoría lo que Galileo dejó escrito respecto de la gravedad:
“Te equivocas, Simplicio; debías decir que todos saben que se llama gravedad. Pero yo no te pregunto por el nombre, sino por la esencia de la cosa. De ésta tu no conoces ni un ápice más de lo que conoces sobre la esencia del motor de los astros que giran,….”
Puede que siga tu consejo e intente enviar una publicación a una revista. De momento, he preferido escribir en tu blog. Me gusta el estilo directo y tu blog me pareció, a diferencia de otros, abierto y limpio. También me gusta escribir en español y creo que con tu sugerencia le haces un flaco favor a una hermosa lengua.
Un abrazo
ha sido un placer conocer este cuaderno.
saludos desde el mundo de los gusanos.