La hipótesis de la abuela

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“Yo no daría mi vida por la de mi hermano, pero sí por dos de mis hermanos u ocho de mis primos”. Con esta enigmática frase, solía explicar el biólogo William Hamilton su teoría de “selección familiar” (kin selection). Esta teoría establece que las acciones altruistas en animales pueden verse favorecidas por la selección natural si dichas acciones incrementan la probabilidad de supervivencia de animales emparentados con el que la realiza (aunque supongan un inconveniente para el mismo animal). Un caso típico es la conducta del chotocabras; esta ave simula estar herida para atraer la atención de posibles depredadores que merodean el nido. De esta forma incrementa la probabilidad de que su prole sobreviva, aun a costa de que la madre (o el padre) corra un riesgo. La teoría puede resumirse diciendo que la selección natural tenderá a favorecer la ‘eficacia reproductiva inclusiva’; este concepto tiene en cuenta no sólo el número de descendientes sino también el grado de parentesco. Por tanto, la conducta altruista puede ser seleccionada cuando beneficia no sólo a descendientes directos sino a cualquier animal con un cierto grado de parentesco. Cuanto menor sea este grado, mayor tendrá que ser el beneficio derivado de la acción para que pueda seleccionarse.

Una interesante implicación de esta teoría es la denominada ‘hipótesis de la abuela’, que explica la temprana retirada de fertilidad de las hembras (menopausia) que se produce en nuestra especie. Hay que recordar que la menopausia es una característica casi exclusiva de la sexualidad humana y no se da en nuestros parientes más próximos. Otro dato curioso es que este hecho es, en principio, fácil de evitar. En los mamíferos, los óvulos no son producidos de forma continua, sino que la producción de éstos cesa en una fase muy temprana, por lo que son almacenados y empleados a lo largo del periodo reproductivo. Pero no hay ninguna razón a priori para que no se produzca un número de óvulos lo suficientemente alto para garantizar la fertilidad de la hembra durante toda su vida. Esto ha llevado a especular con la idea de que la menopausia humana sea un mecanismo adaptativo, que ha sido seleccionado por las ventajas reproductivas que confiere a quienes lo poseen. Es decir, según esto la menopausia no sería un mero declinar de la capacidad reproductiva sino un mecanismo ‘diseñado’ para limitar el periodo reproductivo de las mujeres. Esto parece un contrasentido ¿qué ventajas reproductivas pueden derivarse de un sistema que interrumpe tempranamente la posibilidad de reproducción? Según esta hipótesis, la ventaja se derivaría del hecho de que la eficacia reproductiva de las mujeres de cierta edad podría aumentar si éstas invierten recursos que contribuyan a criar a sus nietos, en vez de hacerlo con sus propios hijos. Es cierto que una abuela tiene un grado de parentesco del 25% con sus nietos, frente al 50% que tiene con sus hijos, pero eso no excluye la posibilidad de que en determinadas circunstancias, en las que fuera generalmente difícil sacar adelante a la descendencia, se obtenga mayor eficacia reproductiva inclusiva si se invierten recursos en los nietos. Varios estudios han puesto de manifiesto que en sociedades de cazadores-recolectores las mujeres post-menopaúsicas juegan un papel fundamental como recolectoras, ya que tienen mayor experiencia y no se ven impedidas por la crianza directa de los hijos. Algunos biólogos piensan que la larga supervivencia de estas mujeres sólo tiene sentido evolutivo si implica un mayor número de descendientes, en este caso, nietos.
No cabe duda de que es una idea interesante, aunque difícil de probar. Sin embargo, Mirkka Lahdenpera y sus colegas de la Universidad de Turku, en Finlandia, creen que han encontrado pruebas que la apoyan. Sus datos se basan en el examen de las partidas de bautismo y defunción de Canadá y Finlandia, durante los siglos XVIII y XIX. Los resultados, publicados en la revista Nature, parecen concluyentes. En estas sociedades, las mujeres ‘ganaron’ una media de dos nietos por cada década que sobrevivieron por encima de los cincuenta. Estos investigadores han podido descartar que este resultado sea una especie de ‘artefacto estadístico’; por ejemplo, descartaron que fuera un mero efecto de tener un mayor número de hijos, o que estuviera relacionado con el estatus económico. De hecho, la presencia física de la ‘matriarca’ resultaba crucial; cuando vivía a más de 20 Km de sus hijas, éstas producían un número de nietos significativamente menor que cuando la abuela vivía en el mismo pueblo. Esto sugiere que el resultado no se debe a un sutil efecto genético, que pudiera relacionar la longevidad de la abuela con la fertilidad de las hijas, sino más bien al efecto beneficioso que ejerce ésta sobre la crianza. Evidentemente, esta ayuda puede realizarse de distintas maneras: cuidar a los niños mientras son pequeños permitiendo que la madre haga otros trabajos, aconsejando a la madre en algunos aspectos de la crianza o, simplemente, proporcionando apoyo psicológico.
Es lógico esperar que el ‘efecto abuela’ se produzca en mayor medida cuando las condiciones de vida sean relativamente duras y la mortalidad infantil sea alta. No es esperable que dicho efecto tenga lugar hoy día en Canadá o Finlandia, aunque tal vez sí en Afganistán. Las pruebas directas de esta hipótesis deberían buscarse en sociedades de cazadores-recolectores, pero por desgracia estos pueblos no suelen dejar partidas de nacimiento.
Con todo, la ‘hipótesis de la abuela’ es simplemente una hipótesis. No existe una evidencia incontestable a su favor. No conocemos los mecanismos genéticos que determinan la menopausia y no podemos saber si dichos genes han sido objeto de selección. Es posible que el fenómeno se deba al azar o sea una consecuencia indirecta de una adaptación. En todo caso, es una hipótesis interesante y no es descartable que en el futuro puede recibir un mayor apoyo empírico. Un hecho curioso es que la única especie de mamíferos donde se produce este fenómeno es la llamada ballena piloto o calderón (Globicephala melas). Un cetáceo de relativamente pequeño tamaño, en realidad más próximo al delfín que a las ‘verdaderas’ ballenas, y que resulta fácil de observar cerca de la costa en muchos lugares. Estas ballenas son animales muy sociables y siempre van en grupos que pueden superar la centena de individuos. Al parecer los grupos son ‘liderados’ por hembras post-menopaúsicas.

(1) Lahdenperä, M. et al. (2004) “Fitness benefits of prolonged post-reproductive lifespan in women” Nature 428:178–181

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17 comentarios en “La hipótesis de la abuela

  1. Hola Pablo,

    Esto es una hipótesis interesante. Quizás ayude a la gente a no tener una visión tan negativa de la menopausia. Por otra parte, igual en un futuro esto podría invertirse, ya que la vida se alarga cada vez más y las mujeres tienen hijos a edades más tardías. Podría ser una ventaja para muchas mujeres que la menopausia se retrasara, porque con las condiciones de vida que hay ahora, resulta difícil emanciparse antes de los 30 y de comprar una casa, mejor ni hablar. Así es difícil tener hijos a una edad “razonable”.

    Por otra parte, el libro es fascinante, y además está escrita de una forma que cualquiera lo pueda entender, aunque, como yo, no tengan una formación especifica en biología. Voy por el segundo capitulo, y hasta ahora me tiene enganchada. Me gustó mucho la historia de tu perro, es un ejemplo buenísimo de un reflejo condicionado.

    Otra cosa, que no viene al caso en este apartado, pero me parece interesante es como la toxoplasmosis cambia el comportamiento en ratones. Por lo visto los que tienen el parasito pierden el miedo a los gatos, de hecho los buscan, y hacen sus nidos en lugares donde hay gatos. Esto para el parasito, y para los gatos, desde luego parece una ventaja, aunque para los ratones no lo es tanto. Ahora, además, se especula que este parasito también causa cambios en el comportamiento en humanos, y que podría estar relacionado con la esquizofrenia. Esto ya resulta más preocupante. Bueno, ya me he extendido demasiado, y a lo mejor he dicho un montón de tonterías que no tienen nada que ver con todo esto.

    Un abrazo,
    Theresa

  2. Theresa,
    Muchas gracias por tus comentarios.
    A mí también me parece fascinante la historia de la toxoplasmosis, o sea el hecho de que el patógeno sea capaz de modificar la conducta del ratón para incrementar las posibilidades de que éste sea devorado por un gato, donde podrá completar su ciclo. Resulta difícil NO ver una intención maquiavélica detrás de esto. Obviamente no la hay. Sólo que los patógenos con esta propiedad incrementan notablemente su capacidad de reproducirse.
    En cuanto a lo de la menopausia, parece posible que se trate de una «adaptación», pero no hay todavía una evidencia inconstestable al respecto. Tienes toda la razón en tu comentario; en la actualidad podría convenir que se retrasara. Una vez más, nuestros «intereses» evolutivos a largo plazo y nuestros intereses individuales a corto, no tienen por qué coincidir.
    Un abrazo

  3. Hola, muy interesante el apunte, como todos los que he leído en este blog.

    REleí hace poco El gen egoísta y Dawkins dedicaba un capítulo entero precisamente a la hipótesis de Hamilton, que creo que es bastante plausible.

    No conocía el estudio de las abuelas pero tiene mucho sentido el planteamiento en base a los resultados que obtienen.

    Poco más que agregar. De nuevo, enhorabuena por el blog.

  4. Hola Brainy,
    Gracias. Yo también quiero felicitarte por tu blog (he añadido un enlace); es evidente que compartimos muchos intereses. Espero que sigamos en contacto.
    Un saludo
    Pablo

  5. Pablo, me pregunto si el hecho de que la esperanza de vida de los hombres sea inferior a la de las mujeres puede tener relación con todo esto. ¿Son más prescindibles los abuelos que las abuelas?

  6. Hola Ricardo,
    Algunos autores están de acuerdo con tu idea, pero la aplican más a los padres que a los abuelos. La cosa está relacionada con la tendencia a la poligamia y la mayor varianza reproductiva de los machos de casi todas las especies. En condiciones de poligamia los machos tienen la posibilidad de reproducirse mucho si se aparean con muchas hembras; en esos casos se ha visto que los machos (en muchas especies): 1) tienen pubertad retrasada ; 2) tienen mayor tamaño de testículos; 3) tienen mayor interés por el sexo; y 4) menor esperanza de vida. En definitiva, estos machos se reproducirán más si: entran en el mercado del sexo más tarde (y empiezan a competir con otros machos cuando han alcanzado todo su desarrollo), producen mucho esperma para competir con el de otros machos, se aparean siempre que pueden y están dispuestos a correr riesgos, aunque eso disminuya su esperanza de vida.
    También hay pruebas de que (en nuestra especie) los padres son mucho más prescindibles que las madres para la supervivencia de las crías (nadie ha demostrado que los abuelos tengan alguna influencia), lo cual es congruente con que la muerte del padre suponga un menor problema de cara a la supervivencia de sus genes.
    Se acepta que la mayoría de las sociedades humanas practican la poligamia; aunque esto es raro entre cazadores-recolectores modernos no suele estar estrictamente prohibido. La diferencia de tamaño entre hombres y mujeres indica un cierto grado de poligamia ancestral (aunque, claro, mucho menor que en otras especies).

    Un abrazo
    PS Sentí no poder ir el sábado

  7. Felicidades, Pablo, por tu fascinante blog, y en particular, por este interesante artículo.
    Estoy interesado en la parasitología y me gustaría conocer algún dato más acerca de la influencia del parásito de la toxoplasmosis en el comportamiento humano. También me gustaría saber si hay otros parásitos que influyan en él (aparte del virus de la rabia).

  8. Hola Antonio,
    Te adjunto algunas citas al respecto
    Un saludo

    1: Flegr J, Zitkova S, Kodym P, Frynta D.
    Induction of changes in human behaviour by the parasitic protozoan Toxoplasma
    gondii.
    Parasitology. 1996 Jul;113 ( Pt 1):49-54.
    PMID: 8710414

    2: Flegr J, Kodym P, Tolarova V.
    Correlation of duration of latent Toxoplasma gondii infection with personality
    changes in women.
    Biol Psychol. 2000 May;53(1):57-68.
    PMID: 10876065

    3: Flegr J, Hrdy I.
    Influence of chronic toxoplasmosis on some human personality factors.
    Folia Parasitol (Praha). 1994;41(2):122-6.
    PMID: 7927062

    4: Flegr J, Havlicek J.
    Changes in the personality profile of young women with latent toxoplasmosis.
    Folia Parasitol (Praha). 1999;46(1):22-8.
    PMID: 10353191

    5: Flegr J, Preiss M, Klose J, Havlicek J, Vitakova M, Kodym P.
    Decreased level of psychobiological factor novelty seeking and lower
    intelligence in men latently infected with the protozoan parasite Toxoplasma
    gondii Dopamine, a missing link between schizophrenia and toxoplasmosis?
    Biol Psychol. 2003 Jul;63(3):253-68.
    PMID: 12853170

    6: Novotna M, Hanusova J, Klose J, Preiss M, Havlicek J, Roubalova K, Flegr J.
    Probable neuroimmunological link between Toxoplasma and cytomegalovirus
    infections and personality changes in the human host.
    BMC Infect Dis. 2005 Jul 6;5:54.
    PMID: 16000166

    7: Skallova A, Novotna M, Kolbekova P, Gasova Z, Vesely V, Sechovska M, Flegr
    J.
    Decreased level of novelty seeking in blood donors infected with Toxoplasma.
    Neuro Endocrinol Lett. 2005 Oct;26(5):480-6.
    PMID: 16264415

    8: Lindova J, Novotna M, Havlicek J, Jozifkova E, Skallova A, Kolbekova P,
    Hodny Z, Kodym P, Flegr J.
    Gender differences in behavioural changes induced by latent toxoplasmosis.
    Int J Parasitol. 2006 Dec;36(14):1485-92. Epub 2006 Aug 31.
    PMID: 16978630

    9: Havlicek J, Gasova ZG, Smith AP, Zvara K, Flegr J.
    Decrease of psychomotor performance in subjects with latent ‘asymptomatic’
    toxoplasmosis.
    Parasitology. 2001 May;122(Pt 5):515-20.
    PMID: 11393824

    10: Flegr J, Hrda S, Tachezy J.
    The role of psychological factors in questionnaire-based studies on routes of
    human toxoplasmosis transmission.
    Cent Eur J Public Health. 1998 Feb;6(1):45-50.
    PMID: 9524742

    11: Flegr J, Havlicek J, Kodym P, Maly M, Smahel Z.
    Increased risk of traffic accidents in subjects with latent toxoplasmosis: a
    retrospective case-control study.
    BMC Infect Dis. 2002 Jul 2;2:11.
    PMID: 12095427

    12: Flegr J, Hruskova M, Hodny Z, Novotna M, Hanusova J.
    Body height, body mass index, waist-hip ratio, fluctuating asymmetry and second
    to fourth digit ratio in subjects with latent toxoplasmosis.
    Parasitology. 2005 Jun;130(Pt 6):621-8.
    PMID: 15977898

    13: Yereli K, Balcioglu IC, Ozbilgin A.
    Is Toxoplasma gondii a potential risk for traffic accidents in Turkey?
    Forensic Sci Int. 2006 Nov 10;163(1-2):34-7. Epub 2005 Dec 5.
    PMID: 16332418

    14: Skallova A, Kodym P, Frynta D, Flegr J.
    The role of dopamine in Toxoplasma-induced behavioural alterations in mice: an
    ethological and ethopharmacological study.
    Parasitology. 2006 Nov;133(Pt 5):525-35. Epub 2006 Aug 2.
    PMID: 16882355

  9. Buena entrada [perdona, las estoy leyendo en retrospectiva]. Una sugerencia para un futuro post: la hipo’tesis de Hamilton tiene un quiebro precioso en los himeno’pteros, donde seri’a mejor tener hermanas q hijas. Es la base de la explicacio’n cla’sica sobre el altruismo en sociedades de himeno’pteros. Y aclara q las explotadas no son las trabajadoras, sino … la reina. Saludos

  10. Hola hurakanpakito,
    Muy cierto. El truco de los himenópteros sociales es que los machos son haploides; por ello, las hermanas tienen mayor parentesco genético que las hermanas normales, y de aquí sigue que tenga sentido evolutivo que se dediquen a criar hermanas y no hijas. Desd el punto de vista genético, son más un individuo que una colonia
    Gracias por la sugerencia
    Un saludo

  11. Pablo, muchas gracias por las citas sobre la toxoplasmosis. No esperaba un material tan abundante…Por lo que veo, influye un montón en nuestras vidas el pequeño parasitucho ése…

  12. Hola…ya había leído algo sobre esto y parece pausible. Tendría que determinarse que supervivencia media han tenido las hembras humanas desde el tiempo que se fijó esta característica en nuestra especie; por ejemplo, si la vida media de una mujer hace dos millones de años eran 25 años, lo de la menopausia no habría tenido ninguna repercusión sobre su eficacia biológica y sí la supervivencia del mayor número posible de hijos propios.
    Te enlazo.
    Un saludo y una alegría que existan sitios como éste.

  13. Hola Miski,
    Estoy de acuerdo en que es plausible.
    En general, en una población con esperanza de vida baja (p.e. 25 años) hay una mortalidad infantil muy baja, pero los que llegan a adulto suelen pasar bastante de los 25 años. En cualquier caso, resulta difícil comprobar esta hipótesis sin datos fiables.

  14. Hola Pablo:

    estoy leyendo tu libro y me parece muy bueno no solo como libro de divulgación científica sino como una forma de plantearse temas de tipo psicológico, filosófico, ético o incluso legal desde un punto de vista que tenga en cuenta de que estamos hechos, no como se ha hecho hasta ahora. Y me da casi verguenza reconocer que a pesar de ser biologa me he enterado de muchas cosas que desconocía.
    Sin embargo creo hay teórias que me parece que tienen demasiada tendencia a ser unifactoriales y como si todo lo que crea la naturaleza tuviera que tener un fin. ¿No puede ser que haya mucho daños colaterales y tambien muchos bienes colaterales? ¿de que sirve una depresión? ¿Por que es placentera la música?

    En cuanto al tema de la menopausia por ejemplo, a pesar de ser madre y reconocer que las abuelas son de enorme ayuda, ¿no puede deberse a otros factores como evitar mas defectos congénitos ya que parece que los óvulos con los que nacemos van degenerando, o por ejemplo para asegurarse que la madre vivirá el tiempo suficiente como para criar a su hijo?
    Un saludo

  15. Hola ada,
    Gracias por tus comentarios. La verdad es que yo trato de mantener un saludable nivel de escepticismo sobre todas las hipótesis de las que se habla en el libro. En concreto, en el caso de la de la abuela, recalco que se trata de una mera hipótesis; hay alguna evidencia a su favor pero ésta no es incontestable, y desde luego, no se pueden excluir otros factores. Es posible que al leer el libro a veces se tenga la impresión de que estoy apoyando en exceso algunas ideas. Sin duda es culpa mía y se debe, en parte, a la necesidad de contar las cosas de manera rápida y simple, para que la lectura no se haga difícil. Más aun, yo no creo que todas las características observables en los seres vivos sean producto de la selección natural; el azar y las consecuencias indirectas de la selección también cuentan.
    Un saludo

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